Una nueva investigación revela cuál es la leche vegetal más nutritiva

La leche de avena y de soja se ha convertido en algo omnipresente a medida que la gente cambia los productos lácteos por una dieta basada en plantas. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que la leche de guisantes es la única opción vegana que le proporcionará algo parecido a los nutrientes de la leche de vaca.

Según un análisis de la Administración de Alimentos y Bebidas de EE.UU. (FDA), la leche de guisantes es la única opción de leche apta para veganos que tiene niveles de nutrientes comparables a los de la leche de vaca.

Los científicos analizaron el nivel de fósforo, magnesio, zinc y selenio de la leche de vaca -todos ellos nutrientes vitales-, así como 85 muestras de leche de guisantes, soja, almendras, anacardos, coco, cáñamo, avena y arroz para ver cuáles eran las más nutritivas.

La leche de vaca procede de la ubre del animal antes de ser pasteurizada, mientras que las leches vegetales se producen al triturar un cultivo y remojarlo en agua con emulsionantes y estabilizadores.

Mientras que antes era un rincón de los pasillos de los supermercados, las leches veganas son ahora una opción habitual, que se encuentra a menudo en las cafeterías y en las neveras de los centros de trabajo junto a la leche tradicional azul y semidesnatada.

Pero los nuevos datos muestran que las personas que optan por las leches vegetales, más respetuosas con el medio ambiente, pueden estar poniendo en peligro su salud. Estudios anteriores han demostrado que la leche de origen animal tiene más calorías, pero nunca antes se había llegado a un consenso sobre cómo se comportan las alternativas en cuanto a una mayor variedad de compuestos.

Se sabe que los minerales que medimos en estos productos desempeñan un papel en muchas funciones del organismo, como el funcionamiento normal del sistema inmunitario, la regulación adecuada de la presión arterial/glucosa y la salud ósea", dijo a ZME Science el autor del estudio, el Dr. Benjamin Rean, de la FDA.

La leche de guisantes presentaba los niveles más altos de fósforo, zinc y selenio, mientras que la soja encabezaba la lista de leches vegetales en cuanto a magnesio. Sin embargo, todas las leches vegetales fueron inferiores a la leche de vaca en este experimento.

"Aquellos que consumen alternativas lácteas de origen vegetal con menor contenido en estos minerales deberían intentar obtener estos nutrientes a través de otros alimentos o bebidas", declaró el Dr. Redan a New Scientist.

Los frutos secos, las semillas y las lentejas son una buena fuente de nutrientes para los veganos, y pueden contribuir a una dieta completa cuando se elimina la carne. Los resultados aún no han sido revisados por expertos, pero se presentaron en la reunión de la Sociedad Química Americana celebrada esta semana en Chicago.

Las dietas veganas son cada vez más comunes, y datos recientes de la Universidad de Oxford muestran que el número de personas que consumen alimentos aptos para veganos se ha duplicado en la última década.

Entre los años 2008 y 2011, sólo el 6,7% de los británicos declaraba consumir alternativas vegetales a los alimentos tradicionales, como la leche de avena, las salchichas veganas y la carne picada de Quorn.

El doble de esta proporción de personas (13,1%) comió estos alimentos entre 2017 y 2019 y, como resultado, la cantidad total de alimentos de origen vegetal consumidos se ha duplicado con creces.

El aumento no se debe únicamente a un aumento del veganismo, sino a que los consumidores de carne reducen su consumo y toman la decisión ocasional de evitar los productos animales.

Sin embargo, se ha comprobado que las personas que se consideran poco consumidoras de carne consumen, por término medio, cuatro veces más productos vegetales que las que son "muy cárnicas", ya que ingieren 18,6 gramos al día frente a 4,8 gramos.

Los estudios también demuestran que seguir una dieta herbívora puede tener consecuencias negativas para la salud si las personas no sustituyen conscientemente los nutrientes y minerales que obtendrían a través de la carne o de los productos derivados de la carne.

Por ejemplo, una investigación canadiense descubrió que los niños criados con una dieta vegetariana tienen el doble de probabilidades de tener un peso inferior al de sus amigos carnívoros.

Los investigadores descubrieron que, desde el punto de vista nutricional, no había ninguna diferencia perceptible en el crecimiento de los niños que eran vegetarianos y los que comían alimentos de origen animal.

Sin embargo, la Dra. Maguire descubrió que existía una relación entre el vegetarianismo y el bajo peso.

Los científicos de la Universidad de Leeds descubrieron que las mujeres vegetarianas de mediana edad tienen más probabilidades de romperse la cadera que sus compañeras omnívoras.

Los vegetarianos pueden tener dificultades para ingerir suficientes nutrientes, lo que puede debilitar los músculos y los huesos, y el nuevo estudio muestra que las mujeres tienen un tercio más de riesgo de romperse la cadera si son vegetarianas.