Monsanto y funcionarios estadounidenses presionaron a México para que abandonara la prohibición del glifosato

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México anunció que el país prohibiría todas las importaciones futuras del plaguicida glifosato.

Monsanto y funcionarios estadounidenses presionaron a México para que abandonara la prohibición del glifosato
Se prohíbe en México el envío y el uso del plaguicida glifosato. Imagen de Th G de Pixabay

Correos electrónicos internos del gobierno revelan que el propietario de Monsanto, Bayer AG, y el grupo de presión de la industria, CropLife America, han estado trabajando estrechamente con funcionarios estadounidenses para presionar a México para que abandone su intención de prohibir el glifosato, un pesticida vinculado al cáncer que es el ingrediente clave de los herbicidas Roundup de Monsanto.

Los movimientos para proteger los envíos de glifosato a México han tenido lugar durante los últimos 18 meses, un período en el que Bayer estaba negociando un acuerdo de 11.000 millones de dólares de demandas legales presentadas por personas en los EE.UU. que dicen que desarrollaron linfoma no Hodgkin debido a la exposición a los productos basados en glifosato de la compañía.

La presión sobre México es similar a las acciones que Bayer y los grupos de presión de la industria química llevaron a cabo para acabar con la prohibición del glifosato prevista por Tailandia en 2019. Las autoridades tailandesas también habían citado la preocupación por la salud pública al intentar prohibir el herbicida, pero dieron marcha atrás tras las amenazas de EE.UU. sobre la interrupción del comercio. Hasta ahora, la campaña de colaboración para conseguir que el gobierno mexicano revierta su política no parece estar funcionando.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha dado a los agricultores un plazo hasta 2024 para dejar de utilizar el glifosato. El 31 de diciembre, el país publicó un "decreto final" en el que se pedía no sólo el fin del uso del glifosato, sino también la eliminación progresiva de la siembra y el consumo de maíz transgénico, que los agricultores suelen rociar con glifosato, una práctica que suele dejar residuos del pesticida en los productos alimenticios acabados.

Las medidas tienen el "propósito de contribuir a la seguridad y soberanía alimentarias" y a "la salud de las mexicanas y los mexicanos", según el gobierno mexicano. Pero la preocupación de México por la salud de sus ciudadanos ha hecho temer a Estados Unidos por la salud de las exportaciones agrícolas, especialmente de los productos con glifosato de Bayer.

Los correos electrónicos revisados por The Guardian provienen de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) y de otras agencias estadounidenses. En ellos se detalla la preocupación y la frustración por la posición de México. Los documentos sobre el asunto de México fueron obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información por el Centro para la Diversidad Biológica (CBD) y compartidos con The Guardian.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México emitió un comunicado de prensa el 25 de noviembre de 2019, en el que anunció que el país prohibiría todas las importaciones futuras del plaguicida glifosato, citando pruebas científicas de que es potencialmente tóxico para la salud humana y el medio ambiente.